viernes, 14 de diciembre de 2007

Lindo Quilombo! (con algunos ajustes)

Pinamar ciudad de bellas intenciones, largas noche y hermosos días.

Casamiento, fiesta a la cual hay que ir. En la lista de la vida esta fuertemente marcado no faltar a ninguno, siempre una linda sorpresa te podes encontrar.

Trabajo, abandonado el viernes a las 16.00hs para partir derecho a la ruta que nos dirigiría al fin de semana mas divertido que hemos tenido como grupo.

El grupo, gente del trabajo. Algunos considerados amigos, otros compañeros. Toda gente linda, divertida, de la que es bueno estar cerca y más en este tipo de eventos.

Desde que salimos la buena vibra nos acompañó. Blas al volante, yo de copiloto y dos niñas para cerrar un auto completo de ilusiones y ganas de disfrutar.El viaje fue tranquilo, mas allá de que nos pasamos por distraídos en el cruce de una ruta.El Diego de la gente, alias Pony, nos esperaba en la cabaña -mas vale decir mansión- con unos quesos y un Fernet. Después de unos vasos nos dirigimos hacia una pizzería donde poder comer algo y tomar unas cervezas.Como el alcohol, la charla fluía.Fuimos en rescate de Selva, nombre con personalidad si las hay, y volvimos a la mansión.
Los días fueron especiales. Llegamos el viernes por la noche con un cielo totalmente despejado y un suave soplo de mar que nos refrescaba las ideas.
Playa, luna, agua salada y una charla amena con dos amigos, sí, eso es lo que los considero.

Despertar, bañarse, cambiarse, salir para la iglesia. Fotos, charla y vuelta a arrancar con un huracanado viento hacia la playa en Cariló, donde se desataría la debacle. La fiesta incansable que duraría todo el día y hasta el final de la noche.
Sábado a pura fiesta en un parador de Carilo. El exceso de calor y cuba libre nos fue llevando a tomar un estado de sobredosis de alegría, ese estado que lo muestra a uno tal cual es y lo hace decir cosas que no se animaría a decir.

El día se fue transformando en noche y esta fue tomando forma. El frío lentamente se hizo sentir. Espuma, hielo, agua (con y sin gas) y algún que otro trago sirvieron de cotillón, a eso habría que sumarle las cornetas y guirnaldas que nunca abandonan estos eventos. La fiesta ya era lo que debía ser.

Cuando el cansancio apareció en la pista, los seres nos fuimos desvaneciendo y dejándonos llevar hacia el final de la noche. Dejamos la fiesta atrás, buscamos unas frazadas y terminamos en la playa. Disfrutar de esas pequeñeces es algo tan simple pero que muchas veces parece caro lograrlo. Yo lo disfruté, por suerte, una vez más en esa noche.

Ya el domingo nos encontró muy cansados pero con ganas de terminar de la mejor manera el fin de semana. Fuimos a la playa. Mi primer contacto real con la arena y la playa ya que el anterior había sido nocturno y no estaba con la indumentaria adecuada. Ahora, con la real indumentaria que se utiliza en casos como ese, hice todo lo necesario para sentirme parte de la naturaleza. Fotografíe, me deje fotografiar. Hable y escuche.La vuelta, cansadora y no deseada. Nostalgia y buenos recuerdos me quedo de ese paso fugaz y entretenido por las playas de la costa Argentina.

Mis felicitaciones a ellos y mis agradecimientos a todos.Como diría mi amigo personal Diego, fue un fin de semana hermozo y en donde se armo un lindo quilombo!

2 comentarios:

Ivan dijo...

JAJA
Feliz Navidad para vos querido
7 47 de la mañana te estabas acostando? me imagino donde habras estado
Estuve mirando los video de capusotto y me divertí mucho y lo del personal fest no lo sabia. JA gracias por informar

Anónimo dijo...

... y alta partuza!! mis saludos al gran conductor y a "jungla"...excelente nombre...